
SOLICITADA. Actualidad del HUMANISMO CRISTIANO
1.-El ser humano se define principalmente por sus valores espirituales, lo que significa que está abierto de una manera peculiar y característica. Es estar orientado a todas las manifestaciones del espíritu ¿cuál es esta manera? Es estar orientado en todo su ser individual y social por grandes valores como la justicia, la autonomía personal, la igualdad y, específicamente en la esperanza de vivir en un mundo mejor en la búsqueda y encuentro del bien común.
2.-El Humanismo Cristiano se caracteriza por el rechazo a todas formas de opresión. El fruto de la opresión es la alienación o enajenación de la voluntad de la persona. La liberación de la opresión y de la servidumbre comienza con el ejemplo de Cristo, dio su vida para mostrar al ser humano su verdadera naturaleza. El ser humano es libre y solidario, le posibilita una nueva relación consigo mismo orientada a servir a la comunidad donde desarrolla su existencia.
3.- El ser humano se libera por la comunidad, no se libera solo, se realiza dentro de una comunidad fraternal, su vida se liga a la comunidad en el sentido que los demás seres humanos con su ayuda y aporte generoso, en todos los niveles, hacen posibles y facilitan el camino liberador. Esta autonomía o realidad liberadora debe expresarse en los diversos contextos históricos donde los seres humanos deben actuar. Se insiste en que las instituciones humanas deben ser los espacios fundamentales de liberación humana.
4.- Las conductas totalitarias son contrarias al humanismo cristiano. Las propuestas totalitarias y los gobiernos de tal sino, destruyen la finalidad liberadora a la cual está destinado el ser humano. destruyen y mutilan los valores propios de una liberación creadora. El compromiso desde el humanismo cristiano es para la persona, su comunidad, mediante la cual desarrolla su autonomía, en tiempo y espacio. Allí desarrolla su proyecto de vida en colaboración con otros seres humanos.
5.- La trascendencia del ser humano. El humanismo cristiano está en pugna con todos los materialismos que ignoran la trascendencia del ser humano. Algunos materialismos sostienen que el Estado está por sobre la persona humana. Otros materialismos estiman que el mercado y el dinero, los bienes materiales están por sobre la persona. Se olvida que los seres humanos trascienden e influyen en la posteridad después de su muerte biológica. De lo dicho se desprenden numerosos ejemplos. Sin embargo, no pocos de aquellos que se dicen cristianos han caído en una suerte de materialismo, han perdido su fe, esa energía cósmica que conduce a dimensiones celestes de origen divino. Solamente en la medida en que permanezcan intactos los valores de persona y comunidad se podrá proyectar una sociedad verdaderamente revolucionaria y progresista. Los grupos sociales inspirados en la visión cristiana de la existencia, más allá de las agrupaciones políticas, deben estar siempre al servicio del ser humano y su eminente dignidad.
CONCLUSIONES. Solamente en la medida en que logren permanecer intactos los valores de la persona y la comunidad se podrá proyectar una sociedad verdaderamente solidaria y progresista. Los grupos sociales inspirados en los valores del cristianismo rompen dialécticamente con ciertos partidos de inspiración cristiana que no han cumplido deontológicamente con “su deber ser”. Los valores cristianos se plasman en el inconsciente colectivo más allá del deber no cumplido por las oligarquías políticas que olvidaron la teoría y la práctica del humanismo cristiano. El Escritor, político y filósofo francés Charles Péguy señalaba con mucho acierto “la revolución será moral o no lo será”. ¿Cuánto habrá que esperar?
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