
Sombras sobre la ciudad
El proyecto “Ciudad del Parque” que se pretende construir en calle Chacabuco entre Colocolo y Castellón es sin duda un buen reflejo del modelo neoliberal y la violencia que este genera en el espacio público, la calidad de vida y un medio ambiente sano; en otras palabras, dicho proyecto es un muy buen ejemplo de lo que ha sido en los últimos años el negocio inmobiliario en Concepción. Como dice Harvey respecto a la política urbana neoliberal, el suelo se ha convertido en una forma ficticia de capital que deriva de las expectativas de futuras rentas. Aprovecharlo al máximo, sacar el mayor “dividendo” posible, con una fachada (discurso) de una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
El proyecto, presentado como un gran aporte para la ciudad, significará en su etapa de construcción, un sinnúmero de problemas y molestias para los vecinos y quienes trabajan en el sector, sin contar los inconvenientes que traerá para los colegios del sector, pero no es sólo aquello, la construcción de siete torres conlleva contaminación acústica y que importantes vecinos quedarán para siempre sin acceso al sol (y el concerniente daño de la humedad en sus hogares y lugares de trabajo), a lo cual se sumará las aglomeraciones y congestión vehicular que traerán estos edificios. Incluso, ya no será posible apreciar desde calles aledañas el cerro caracol. Alguien podrá decir que aquello son cosas menores o intrascendentes en comparación con los “beneficios” que este proyecto traerá. Ahí está precisamente la mirada neoliberal de cómo pensar y construir ciudad. Mientras la inmobiliaria y una que otra autoridad considera que lo mejor es avanzar hacia una ciudad que crece hacia arriba, con grandes edificios, muy próximos uno del otro, con centros comerciales y que en lo posible emule a Santiago (que barbaridad), otros piensan que aquello no hace más que violentar el espacio público a través del negocio (codicia) inmobiliario que sólo le interesa obtener la mayor cantidad de ganancias, no importando el costo y la calidad de vida de las personas, total (señalan) las personas son libres de elegir. Claro, una libertad delimitada por edificaciones. Peor aún, dichas inmobiliarias, en concordancia con el proyecto neoliberal, piensan que el bienestar de los vecinos está dado por lo material, el acceso que estos tengas a un Mall, centros comerciales, tiendas de ropa o alguna plazoleta artificial. En otras palabras, hace rato que el derecho a construir entre todos y todas un tipo de ciudad está en manos de las inmobiliarias y sus redes (políticas) de influencia y poder. Dicho en otros términos, el negocio inmobiliario en Concepción se ha convertido en el motor de los planes de desarrollo urbano, es cosa de ver cómo se construye la ciudad, el lobby que se realiza y quienes son las voces “autorizadas” para aquello.
En consecuencia, la vida de barrio, los espacios de sociabilidad, el sentido de identidad, pertenencia, incluso la vida cotidiana misma se ha visto interrumpida, alterada, atomizada y en el peor de los casos desaparecida por la invasión de estos mega proyectos inmobiliarios. De esta forma, los vecinos pierden su calidad de tal para convertirse en simples habitantes de un lugar o bien potenciales clientes que tributan al beneficio de grandes edificaciones, sus centros comerciales y su cultura hedonista, de consumo, deseo y placer material.
Eso es Neo liberalismo, eso es concentración del poder.y, que nadie diga nada!
Si lo hacen, los callamos.