
UNA REFLEXIÓN POLÍTICA. ¿CÓMO SE RECUPERÓ ALEMANIA?
Hace 75 años terminó la Segunda Guerra Mundial con un gran derrotado: Alemania. Los vencedores les usurparon las principales riquezas materiales y se llevaron los principales intelectuales y científicos. Se le prohibió tener ejércitos y fabricar armas. Fue una capitulación. Cualquier país bajo esas condiciones no levanta cabeza, pero Alemania es hoy la locomotora del desarrollo y la ciencia mundial.
¿Por qué ocurre esto?
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial en el teatro europeo durante primavera de 1945, Alemania y Austria quedaron devastadas por la guerra y Alemania fue ocupada militarmente. Los ocupantes, lejos de ‘liberar’ a los alemanes de su terrible dictadura, se dedicaron a humillar y castigar a la población. Incluso el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Foster Dulles, sostenía que la única fórmula para Alemania, era regresarlo a su etapa preindustrial y mantenerlo allí por siempre. La economía alemana se encontraba en ruinas como consecuencia de la destrucción que había experimentado durante dicho conflicto. A un país cuya población carecía de alimentos, viviendas y trabajo, venían a sumarse las graves consecuencias de una avalancha de millones de seres humanos. Se necesitaban 3,9 millones de unidades de vivienda, se tenía que cuidar de las víctimas de la guerra, 600 000 niños vivían en establecimientos públicos, las industrias no tenían capital para llevar adelante la restauración necesaria ni para acumular reservas para los períodos de recesión económica, el Reichsmark, era rechazado en las transacciones económicas y proliferaba el trueque. El acaparamiento de los productos más fundamentales, el mercado negro, la especulación y la corrupción, formaban parte de la miseria que día a día tenía que vivir el pueblo alemán. Esta situación se agravaba más ante la total incertidumbre con respecto al futuro político del país, lo cual desestimulaba cualquier posible intervención. Alemania no solo logró recuperarse de los daños ocasionados, sino que en muchos ámbitos se pudo avanzar extraordinariamente, superando incluso a otros países, como resultado de las políticas que a partir de 1948 aplicó en ese país.
¡En sólo 3 años!
La fórmula elegida, la dirección global, un proceso por el cual el gobierno no intervendría en los detalles de la economía, pero establecería las amplias pautas que fomentarían crecimiento no inflacionario e ininterrumpido. La llamada «economía social de mercado» tuvo su origen en la Alemania Occidental de la posguerra y se mantuvo desde entonces como Política de Estado. En el centro se encuentran los sindicatos y la parte patronal que coordinan el salario y la productividad, teniendo como meta el aumento real del salario y el mantenimiento del empleo.
El sistema financiero fueintegrado por cooperativas financieras y poderosos bancos públicos que se encargan de que el crédito alcance a todos sin que importe el tamaño de la firma. Entre 1950 y 1964 el Producto Nacional Bruto se multiplicó por tres, el mayor avance de los países europeos. La veloz recuperación económica combinó el alto grado de concentración, el dirigismo estatal y la notable productividad de la fuerza de trabajo.
En cierto sentido, la Alemania de posguerra contó con los recursos generados por la política de los nazis. Muchos de los directivos y planificadores ocuparon puestos importantes en empresas y cargos de gobierno. Habían iniciado su carrera bajo el mandato de Adolf Hitler, e introdujeron las prácticas de planificación. Tanto las empresas afectadas en su rentabilidad (carbón, acero) como aquellas en crecimiento (química, electrónica) llegaron a importantes acuerdos para programar sus inversiones.
La banca también favorecía la planificación económica, en virtud de su presencia como accionista de las grandes empresas. El Estado asumió una destacada gravitación en la escena económica: en los años sesenta: controlaba alrededor del 40 % de la minería del hierro y el carbón, el 62 % de las empresas de electricidad, el 72 % de la industria del aluminio, el 60 % de todos los institutos de crédito, y el Banco Federal Alemán. Tuvo además un destacado papel en la planificación, especialmente a través de los programas de crédito destinados a reanimar sectores considerados claves.
Paralelamente se reestableció un generoso Estado de Bienestar, se llevó a cabo una política de consenso entre empresarios, sindicatos y Estado, donde los trabajadores tendrían participación en las ganancias de las empresas a cambio de reducir la conflictividad laboral. Paralelamente, el Estado invirtió decenas de miles de millones de marcos en infraestructura, en educación y salud universales.
¡Nada que decir!
¿Cuál es la clave?
Amor al país, espíritu de trabajo, disciplina social, educación efectiva.
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