
20 AÑOS Y LO QUE VIENE
El Rector de la Universidad de Concepción, don Sergio Lavanchy informó a la comunidad universitaria, que tras 20 años al frente de la casa de estudios, decidió no postular a una nueva reelección. Con esta determinación, despejó varios comentarios y trascendidos sobre una eventual repostulación al cargo.
En tiempos donde impera la desconfianza y falta de transparencia, se valora que una autoridad, más aun de una Universidad, de cuenta pública de una decisión que es personal, pero que tiene que ver con el devenir de una institución que está próxima a cumplir 100 años de vida.
La decisión del Rector puede tener varias lecturas e interpretaciones. Por ejemplo, haber cumplido un ciclo al mando de la Universidad, 20 años, no exento de algunas controversias, pero en una mirada de conjunto se impulsaron una serie de cambios y transformaciones, las cuales tuvieron en la acreditación institucional por 7 años, su punto más alto. A esto se puede agregar, la puesta en marcha del Parque Científico y Tecnológico y la declaración del campus como Monumento Histórico Nacional. Tres macro realizaciones que sitúan a la Universidad dentro de los estándares de más alto impacto a nivel regional, nacional e internacional. En vista de lo anterior, la gestión del Rector deja un estándar alto para quien lo suceda. En otras palabras, se retira en el cenit de su administración.
Otra lectura dice relación con una etapa de renovación que debe existir en toda institución. No se trata solo de renovación de personas o equipos, sino también de ideas y proyectos que recojan lo bueno de lo realizado, se perfeccione aquello puntos débiles y se impulsen ciertos proyectos que por diversos motivos no fueron abordados durante estos 20 años. En ese terreno, la decisión del Rector Lavanchy, constituye una gran oportunidad para aquellos (candidatos/as equipos) que busquen encabezar esta nueva etapa al frente de la Universidad. De ahí algunas preguntas sobre lo que viene: ¿que propondrán los candidatos sobre el tema de la participación o la mentada triestamentalidad?, ¿cuál va a hacer el papel de la Universidad en el debate por el fortalecimiento de la educación pública y el financiamiento?, ¿Qué estímulos y apoyo se establecerán para los investigadores jóvenes? O ¿qué importancia se le dará a las Humanidades y Artes en el desarrollo institucional?,
La decisión del Rector Lavanchy, vista desde una perspectiva positiva, abre un interesante escenario en cuanto pensar, conversar y debatir la Universidad que se quiere construir para este siglo XXI. Por eso es tan relevante informarse y no restarse del escenario que viene. Asimismo, tener presente que lo central es la Universidad, por ello, tan importante como poner atención en las ideas, programas y proyectos que se promuevan, es saber quiénes serán sus intérpretes, es decir, los equipos que buscarán suceder a la actual administración. Sin embargo, este período también puede tener una arista peligrosa y delicada, aquella en la cual algunos más que pensar en la Universidad, busquen imponer proyectos individuales (personalismos) o bien de grupos que sólo desean acarrear réditos personales y sectoriales, pero aun, de agrupaciones que en aras de una mentada democracia, pluralismo y participación, solamente anhelen hacerse del poder para satisfacer demandas (intereses) particulares, dejando en un segundo plano el sentido de comunidad que debe prevalecer en estos casos.
En consecuencia, veamos cómo se vienen los próximos meses.
Danny Gonzalo Monsálvez Araneda.
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