
2018: ¿UN AÑO PERDIDO PARA LA REGIÓN DEL BIOBÍO?
Más allá del espectáculo que mostró desde que se inició el gobierno en la Región del Biobío con la demora en el nombramiento de las autoridades y el fuego amigo que alcanza hasta al propio Intendente, la gestión de Jorge Ulloa está marcada por la falta de liderazgo y consistencia política. Sin ideas ni grandes proyectos, solo nutrido de obras y cortes de cinta de la administración anterior.
Lamentablemente el panorama se traspasa al gabinete regional que muestra similares falencias, sólo para botón de muestra el último informe de la Cámara Chilena de la Construcción, señala respecto de la actividad del sector, que Biobío fue la única región del país que tiene un crecimiento negativo en el Índice de Actividad de Construcción y las miradas apuntan fundamentalmente a la deficiente actividad del Estado en materia de vivienda e infraestructura.
Durante los últimos meses se conocía que había un tema que colocaría a prueba el peso específico del gobierno local: la propuesta de presupuesto para la región del Biobío, matizado con la reciente conformación de Ñuble Región.
De los $141 mil millones solicitados por el Gobierno Regional ante la Dirección de Presupuesto (Dipres) y la subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), se asignaron solo $70 mil 873 millones para ejecución y $5 mil 617 millones para gastos operacionales. En total 76 mil 490 millones de pesos.
Todos sabían que habría una disminución en las cifras, sin embargo esta semana la noticia fue un balde de agua fría para todos, menos para el Intendente Ulloa, que salió al paso de las críticas, con la muletilla favorita de la actual administración: culpar al gobierno anterior.
Transversalmente las cifras del presupuesto han motivado a los parlamentarios a comprometerse a revertir estos números que nos dejan en el séptimo lugar nacional en cantidad de recursos asignados para el año 2019. De hecho, parlamentarios socialistas se reunieron con los Consejeros Regionales de oposición para coordinar las acciones a seguir, esto podría derivar en el rechazo del proyecto en la cámara. Tras ello pasa al Senado, y ahí, se podría mejorar la suma de dinero.
Insistimos, en que todos sabían que habría una reducción del presupuesto por la salida de Ñuble, pero ni el más pesimista presagiaba que caería en más de un 32 por ciento comparado con el año 2018.
Biobío se ha caracterizado por ser una región que defiende la descentralización y cuestiona el centralismo de Santiago, sin embargo este panorama nos deja en muy mal pie y sin el liderazgo de un gobierno regional que entienda que si bien es representante del presidente, debe también colocar en su prioridad el interés regional.
El presupuesto que se quiere asignar es malo y el Intendente Ulloa hasta ahora no estuvo a la altura, pero aún tiene tiempo para reaccionar y acompañarse de todo el espectro político para conseguir más recursos para el Biobío, de lo contrario podremos concluir que este fue un año tristemente perdido. Esto es preocupante para el futuro de la región.
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