
¿A QUIÉN LE CONVIENE LA VIOLENCIA?
En Estados Unidos, Donald Trump, lleva alrededor de un mes pregonando un presunto fraude electoral y que, si pierde, no va a reconocer los resultados electorales. Y su verbo tiene un tono de violencia al poner en duda el propio sistema democrático de aquel país. De inmediato, en algunos estados han salido grupos violentos tratando de impedir el recuento de votos.
En España, con ocasión de las medidas drásticas que se están tomando debido al recrudecimiento del rebrote pandémico, grupos de jóvenes gritando consignas ultras han salido a la calle en algunas ciudades provocando destrozos e incidentes de cierta magnitud. En Francia e Italia se viven situaciones similares.
Para qué decir lo que ocurre en Chile, donde la violencia está alcanzando niveles insostenibles. Cuando termina cada manifestación pacífica que se realiza, aparecen grupos violentos de signo ultra que provocan incidentes de magnitud. Carabineros responde con tanta o más violencia, con pocos detenidos.
Al margen de que estos incidentes provoquen alarma en la población y haga cundir la división social, ahora la duda comienza a surgir entre todos, ya que estos hechos no se aclaran, no se descubre de dónde provienen y a qué intereses sirven.
No es de recibo que los graves hechos ocurridos en octubre del año pasado, aún no se esclarezcan. Hay jóvenes detenidos desde hace un año, pero sin un proceso adecuado, sin acusaciones con bases probatorias, existiendo documentos gráficos que muestran otra cosa. Y tampoco que no se haga pública la investigación que aclare el asesinato de un Carabinero de origen mapuche, ocurrido en la Araucanía hace sólo unos días, pese a existir datos muy definidos.
¿A quién conviene tanta violencia? A la gente más vulnerable, más pobre, todo esto le trae más pobreza, más miseria. A los revolucionarios no, porque necesitan que exista detrás un partido político fuerte, con ideas claras y liderazgos muy visibles y creíbles…
El descontento creciente que se vive en el mundo occidental, y en mayor medida en nuestro país, viene motivado por un sistema neoliberal que ha permitido el crecimiento de la corrupción, que alimenta las injusticias, que por esto provoca inequidades que avergüenzan.
Ese sistema ahora es sacudido por las protestas generalizadas. Se resquebraja por el rechazo masivo. Entonces, se defiende como puede. Unas veces utilizando la violencia para provocar terror y culpar a otros, o para utilizar la fuerza policial militarizada que está para defender al pueblo y la soberanía nacional. No trepidan en intentar usar la mano ajena para mantener sus privilegios.
Pero, en tales circunstancias, el pueblo chileno tiene las armas para defender su sistema democrático. Está el combate directo a los corruptos. Está el poder que nos dan las urnas. En un Estado de Derecho, la organización política es importante. La calma ante la provocación es lo inteligente. Y los partidos, con líderes creíbles y probadamente limpios son necesarios, hoy más que nunca. Después de estabilizar la convivencia, veremos cómo se avanza en la profundización de la democracia.
Fuente de figura: https://www.terapify.com/blog/violencia-de-genero-sintomas-causas-y-tratamiento/
Concuerdo perfectamente con el escritor de este artículo, el señor Miguel Angel San Martín, a quien admiro por su gran realidad presentada en La Ventana Ciudadana. Chile no se merece esta clase de acciones tan negativas, lo que solamente coloca a nuestro país en una posición de no poder salir del sub-desarrollo, y los adinerados, ya sean chilenos o extranjeros, se aprovechan y se benefician aún más, controlando a la ciudadanía que se encuentra en una enorme necesidad socio-económico-educacional en la actualidad.