«La conservación es un estado de armonía entre el hombre y la tierra.»

Aldo Leopold.

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

EPITAFIO PARA UNA ALTA TRAICIÓN.

 Maroto, Canadá.

Como señalaba Peter Kornbluh en uno de sus libros, imaginemos la siguiente historia: un hombre poderoso, miembro de una familia de «distinguidos», con recursos económicos ilimitados y dueño de un periódico endeudado, ve como su fortuna e intereses son supuestamente amenazados por el ascenso de un gobierno de izquierda. Haciendo uso de su poder e influencias, primero promueve la radicalización de su país para forzar un cambio de gobierno; y al ver que estos esfuerzos fracasan, contacta directamente a una potencia extranjera para lograr, a través de sus servicios secretos, derrocar a ese gobierno que atenta contra la esencia de su alcurnia.

Ese príncipe de un pequeño país, urde y promueve una trama, que no sólo cambiará la historia de esa nación, al lograr derrocar al gobierno democráticamente elegido por la ciudadanía, sino que instalará y posteriormente apoyará, a través de una complicidad activa, a una cruenta dictadura que violara sistemáticamente los derechos humanos.

Este esfuerzo, que logra salvaguardar sus intereses económicos y de clase, costará la vida y el sufrimiento de miles, en ese país del fin del mundo. Pero no importa, todo se vale con tal de instaurar y proteger un régimen que acrecentará su peculio y perpetuará la descendencia de su estirpe.

Con este fin, muertes, torturas, persecución, sufrimiento; todo es no sólo ignorado sino que encubierto por este «gran señor» de aires mercuriales.

Todo se permite en ese mundo sórdido donde el amor a la patria es en realidad al amor al poder y dinero.

Y lo que es aún peor, después de consumado su cobarde entramado, este poderoso se transforma en promotor de una paz ciudadana, que no es más que la consumación de una mentira; una careta de integridad y filantropía; al amparo de una sociedad aristocrática y empresarial de la cual como pavo real se rodea. Un burdo intento por lavar su imagen, que esconde una verdad que, hoy en su viaje final, le pasará sin dudas la cuenta.

En la mayor parte de los países del mundo, esta confabulación con una potencia extranjera, para derrocar a un gobierno legítimamente elegido y asesinar a miles de compatriotas, califica como alta traición. Pero en este alejado rincón del mundo, este seudo aristócrata, es venerado por importantes sectores del mundo político y empresarial, quienes prefieren olvidar los crímenes promovidos y amparados por este mecenas, a cambio de las dádivas que su fortuna garantiza.

Pero hoy que ya ha partido, solo lo lloran los de su clase. El pueblo, ese pueblo cuyo sufrimiento primero provocó y luego ignoró, se avergüenza de los actos por él cometidos y de su sombrío y sórdido legado.

Ese pueblo en contra de quien, sin compasión alguna atentó, hoy lo observa partir con una mezcla de repudio e indiferencia; esperando que su historia de sombras, contubernios y sufrimiento, no sea olvidada, sino que releída  una y otra vez, para que nunca más en este pequeño país hombres como él puedan traicionar impunemente a la patria.

Este país al sur del mundo, puede hoy amanecer más tranquilo; sabiendo que el titiritero tras las sombras que alguna vez le robó y negó la paz a los suyos, ha partido para siempre.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

1 Comentario en EPITAFIO PARA UNA ALTA TRAICIÓN.

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl