«El afán de riquezas es una gravísima enfermedad, capaz de corromper no solo el ánimo humano, sino también la sociedad y la vida civil».  Anónimo.

 

 

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Inestabilidad Institucional II.

 NOTA: Nuevos estudios de opinión señalan qué, cada día es mayor el nivel de rechazo de la ciudadanía hacia las instituciones…
Por lo anterior, hemos considerado importante insistir en la publicación de los siguientes artículos:

Analizar con cierto grado de objetividad,  profundidad y prolijidad  la realidad nacional, debiera llevarnos a concluir que, efectivamente la institucionalidad del país se nos va “reblandeciendo”…

En el artículo anterior, analizaba como se reblandece la institucionalidad en diferentes áreas de la vida nacional, en este segundo artículo, intentaré mostrar los motivos y expresiones que ha generado este delicado proceso de deterioro y “reblandecimiento”.

Lo primero que deseo manifestar es que, este es un largo proceso que se origina en la desarticulación de las instituciones con sus bases de apoyo y, por sobre todo, con el desarraigo de normas y procedimientos ligados a la ética y los valores.

La desnaturalización de los objetivos en estos órganos, la falta de ética y valores en su acción, generan descrédito, desprestigio y desconfianzas.

Lo anterior, sumerge a quienes dirigen las instituciones en un desarraigo con los intereses generales de la nación y con los preceptos que comprometen su deber a interpretar los intereses para los cuales se crearon y, por sobre todo, el alejamiento de éstas respecto de la ciudadanía.

De ahí que hoy la civilidad no cree, desconfía y rechaza el accionar de muchas de estas instituciones… Del rechazo y la desconfianza, puede pasar a la rabia de la civilidad, transitado ese rechazo, se puede transformar en rebeldía y agresión a quienes representan esas áreas de la institucionalidad, quedando a un paso del caos y una suerte de rebelión…

Hay rabia en las personas, frustración, indiferencia. Si esto encuentra cauces de expresión, puede llevar a acciones incontenibles, (sin ir más lejos, la marcha contra las A.F.P son una sinuosa muestra de ello), ….qué pasa si un parlamentario es gravemente agredido, qué pasa si alguna institución del estado es  agredida significativamente (el parlamento, los Tribunales de Justicia, una universidad, un cuartel de las F.F.A.A. la sede de un colegio profesional)

Obviamente que esto del debilitamiento de la institucionalidad es un proceso…pero existen hechos que han detonado, remarcado o aflorado la rabia de la ciudadanía, cómo no, los actos de colusión en el caso de los empresarios, el nefasto rol de muchos de los parlamentarios, la ligazón de los dineros de los empresarios con los partidos políticos, los grupos de poder que dirigen la política y accionar de los partidos, los casos de corrupción en el ejército, el permanente “saqueo” y estafa de empresas  e instituciones al estado (patrimonio de todos los Chilenos) …no logran otra reacción, si no, la de generar rabia, descompromiso de las personas con los problemas de la sociedad, negarse a participar y desconocer el rol de algunas instituciones.

Todo lo anterior, se acentúa con la parálisis de los colegios profesionales, pérdida del rol histórico de las universidades, deterioro de las organizaciones sociales, la incapacidad de las policías y el poder judicial para detener o atenuar el marcado clima de delincuencia que se vive a diario.

Pero también es importante señalar que una de las razones de todo este reblandecimiento y deterioro institucional, tiene un cauce muy importante y es que, el proceso democrático nunca se terminó de consolidar, (en términos políticos, prácticos, institucionales  y sobre todo, en la revalorización y uso de normas éticas y valóricas que exigieran una nueva convivencia ciudadana e institucional en el país). Parece una exageración, pero esto debió normarse, a partir del retorno a la democracia… pero no, seguimos viviendo con la misma normativa, social, política, constitucional e institucional de la dictadura, en dónde las normas éticas y morales estaban destruidas.

Es hora de parar, los responsables somos todos, la sociedad debe reencaminarse por la senda de definiciones respecto de lo que queremos como sociedad, basta de individualismo, basta de egoísmos, basta de un sistema económico que aumenta las diferencias, basta de un empresariado que sólo se guía por la senda de la acumulación, basta de políticos que se inspiran sólo en sus intereses y los de su grupo de poder, a refundar una sociedad solidaria a partir de un desarrollo con equidad, necesitamos crecimiento, pero de la mano con empresarios y un estado que planifique un proceso de re-industrialización del país, una economía productiva y no sólo economía financiera.

A re planificar un desarrollo que administre un crecimiento, en función de las características y potencialidades de cada región.

Un gran acuerdo nacional que ponga sobre la mesa un plan de desarrollo nacional, una nueva constitución que rija y dirija la convivencia armónica de la nación, una planificación educacional que responda al tipo de técnicos y profesionales funcional al plan nacional de desarrollo.

Por todo lo anterior, recomponer el cuadro de razonamiento colectivo,  reorganizar la sociedad a través de diálogos armónicos, democráticos y pluralistas.

Juan Luis castillo Moraga.

Concepción, Agosto, 05 de 2016.

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