LA RESISTENCIA NO VIOLENTA PUEDE CAMBIAR EL MUNDO
LA RESISTENCIA NO VIOLENTA PUEDE CAMBIAR EL MUNDO
Por: Guilmo Barrio Salazar, desde Georgia, E.U.A.
Debido a lo que estamos viviendo en la actualidad, no sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, la resistencia sin violencia envuelta, está tomando una posición que no muchos gobernantes se la esperaban, razón por la cual, en esta oportunidad quise indicarlo esta semana en La Ventana Ciudadana.
En términos políticos, la acción no violenta se basa en un postulado muy simple: La gente no siempre hace lo que se le dice que tiene que hacer, y algunas veces ellos actúan de maneras que les han prohibido hacer.
Los súbditos pueden desobedecer las leyes que ellos rechazan. Los trabajadores pueden parar de trabajar, lo cual puede paralizar la economía. La burocracia puede rechazar el cumplimiento de las instrucciones. Los soldados y la policía pueden ser negligentes en una represión impuesta pudiendo llegar a amotinarse.
Cuando estos eventos ocurren simultáneamente, las personas que han sido los que «mandan», se transforman simplemente en otras personas comunes y corrientes. Esta disolución del poder puede suceder en una amplia variedad de conflictos sociales y políticos.
Cuando la gente rehúsa cooperar, niega su ayuda, y persiste en su desobediencia y desafío, le están negando a los oponentes la asistencia humana básica y la cooperación, lo que cualquier forma de gobierno o un sistema jerárquico requiere. Si la gente hace esto involucrando a una suficiente cantidad de personas por bastante tiempo, tanto el gobierno o un sistema jerárquico dejará de tener un poder. Esto es una suposición política básica de una acción no violenta.
Una acción no violenta es un término genérico que puede cubrir docenas de métodos de protesta específicos, la no cooperación, y la intervención, en los que los resistentes conducen el conflicto de hacer, o de rechazar hacerlo, ciertas cosas sin utilizar una violencia física. Como una técnica, por lo tanto, la acción no violenta no es algo pasivo. No es una falta de acción, es en realidad una acción pero que no es violenta.
Cualquiera sea el caso o la escala del conflicto, la acción no violenta es una técnica en la cual la gente que rechaza pasivamente y en forma masiva, y quien vea una lucha como algo esencial, puede librar sus conflictos sin llegar a la violencia. La acción no violenta no es una intención de evitar o de ignorar el conflicto. Es una respuesta al problema sobre cómo actuar efectivamente.
En los siglos XX y el XXI, la acción no violenta ha aumentado con un gran significado político a través del mundo. Quienes la han utilizado han podido amasar grandes logros, ya sea locales como nacionales. Mejores salarios y condiciones de trabajos en condiciones superiores, lo que se ha ganado gracias a ello. Las antiguas tradiciones y las prácticas han sido eliminadas. Las normas gubernamentales han sido cambiadas, las leyes se han revocado, las nuevas legislaciones han sido promulgadas, y las reformas gubernamentales instituidas. Los invasores han sido frustrados y los ejércitos vencidos. La lucha no violenta ha sido utilizada con mucho poder contra los regímenes tanto nazi como comunista.
El extenso uso de una acción no violenta ha ocurrido a pesar de la ausencia de una atención al desarrollo de la propia técnica. Sus prácticas han sido parcialmente espontáneas, tanto intuitivas, como vagamente diseñadas después de algunos casos conocidos. Ha sido usualmente practicada bajo condiciones altamente desfavorables y con una falta de experiencia entre los participantes o incluso con líderes con suficiente experiencia.
Casi siempre no hubo previas preparaciones o entrenamientos. También, se realizaron con muy poca o nula planificación, y ninguna consideración previa de un desarrollo de estrategias, de tácticas, ni de posibles métodos. La gente que la usa generalmente tiene muy poca comprensión de la naturaleza de la técnica que ellos necesitaban y, por supuesto, ignoraban su historia casi por completo. No había estudios de estrategias y tácticas para que ellos pudieran consultar, o algún libro que les enseñara cómo organizarse, cómo poder conducir la lucha, y cómo mantener la disciplina.
Bajo estas condiciones, no es una sorpresa que hayan existido fracasos o solamente victorias parciales, o que la violencia haya surgido algunas veces, lo cual, como lo veremos, ayudará a obtener una derrota. Con tales desventajas, es sorprendente que la práctica de la técnica de la no violencia haya sido llevada a cabo con gran éxito y en forma ordenada como realmente lo es, mis estimados lectores.
En este mundo, cuando estamos a la vuelta de la esquina de una Tercera Guerra Mundial, la resistencia no violenta, nos cambiará a todos nosotros. Como ejemplo, puedo mencionar el Primero de Mayo del 2017, que se celebra el “Día del Trabajo” en todo el mundo, excepto en los Estados Unidos de Norteamérica. En esta nación, se efectuó el llamado «Día Sin Inmigrantes», a modo de protesta no violenta, contra el presidente del país que no quiere saber de ellos, los inmigrantes a nivel nacional no fueron a trabajar, tampoco enviaron a sus hijos a las escuelas, ni salieron a hacer compras de ninguna especie. Pero si marcharon masivamente en las calles de las ciudades más grandes, haciendo saber que residen acá, que pagan sus impuestos como cualquier otro ciudadano y que, sin ellos, este país se vería en serias dificultades, porque los estadounidenses blancos no hacen los trabajos mal pagados, sacrificados y a veces muy peligrosos, que los inmigrantes realizan a diario en el país. . Esta resistencia no violenta pasará a la historia de la nación y no se olvidará muy fácilmente.
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