
Pensamientos de Bioy Casares
Adolfo Bioy Casares fue un destacado escritor, novelista y ensayista argentino. Nació en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914. Estudió Derecho, Filosofía y también Letras en la Universidad de Buenos Aires, carreras que abandonó sin concluir. En su obra destacan las novelas “La invención de Morel” (1940), “El sueño de los héroes” (1954), “Guirnalda con amores” (1959), “Diario de la guerra del cerdo” (1969) y “La muñeca rusa” (1990). Falleció en la Capital Federal el 8 de marzo de 1999.
“Ya no estoy muerto; estoy enamorado”.
“El miedo lo vuelve a uno supersticioso”.
“Escribir es agregar un cuarto a la casa de la vida”.
“En la vejez, todo es triste y ridículo: hasta la muerte”.
“Un médico es la conjunción de un guardapolvos, un estetoscopio y una jerga”.
“La vida es una partida de ajedrez: nunca se sabe a ciencia cierta cuando se está ganando o perdiendo”.
“Debió de recibir una buena noticia, porque ayer tenía el pelo blanco y hoy amaneció completamente rubia”.
“Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no pude persuadirla jamás de que no la quiero”.
“La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo, hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo, hay que mentir”.
“Llega un momento de la vida en que, haga lo que haga, solamente aburro. Queda entonces solo una manera de recuperar el prestigio: Morir”.
“Revolución: Movimiento político que ilusiona a muchos, desilusiona a más, incomoda a casi todos, y enriquece extraordinariamente a unos pocos. Goza de firme prestigio”.
“Por nuestra incapacidad de ver, los movimientos del prestidigitador se convierten en magia”.
“Qué agradable sería la vida si concluyera poco antes de la muerte”.
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