«Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe»

José Luis Sampedro

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

UN TERRITORIO DESCOMPENSADO

Gino Schiappacasse, arquitecto.

El caso de los guetos verticales solo confirma que la densidad y concentración son los atributos maximizados de nuestro “Urbanismo Chilensis”. La distribución espacial en el territorio juega con una combinatoria muy estrecha para organizar la vida social, donde la rentabilización especulativa es el factor predominante que ha ido construyendo nuestro hábitat más típico. Culturalmente las formas de vida han sido condicionadas por esta angosta visión, en medio de un amplísimo escenario natural. El fruto es que nuestro territorio nacional está altamente descompensado, entregado a la sobresaturación puntual en medio de la vastedad, por los mecanismos utilizados. Hemos dejado de pensar una estrategia de ocupación de todo el territorio de manera más racional.

Es casi de locos visualizar nuestro país como un largo y estrecho habitáculo que deprecia el paisaje a punta de privilegiar el gregarismo más extremo. ¿Acaso no se tiene una imagen país que pueble y extienda el asentamiento poblacional de arraigo permanente, más allá de ser un mero asunto de negocios? La forma como se localizan y distribuyen los espacios comunes y excepcionales, como se ordenan los espacios públicos y privados, la concepción de lo cívico, la convivencia de las actividades, la cohabitación humana responde a lo mismo, al igual que el diseño de las ciudades, el paisaje y la arquitectura.

Parte del deterioro social es más visible cuando un territorio se abandona al ausentismo, donde cunde la sub-utilización en el manejo de los recursos. La relación distancia-cercanía pobladora no se condice con lo que ofrece el paisaje. En este aspecto, Chile es muy desequilibrado, porque la concentración económica en nuestra geografía ha debilitado el sentido de territorialidad. Nuestra localización poblacional presenta desbalances enormes. La ocupación del territorio es altamente concentrada en enclaves urbanos, que a su vez, privilegian máxima superposición de actividades al lado de la inmensidad. Nuestras áreas geográficas, sin atributos de dispersión, privilegian riqueza donde se ubica la densidad desmesurada. El problema es que toda la inversión social se enfoca en premiar texturas urbanas ya sobre-intervenidas, descuidando el suelo desocupado

En políticas públicas, la compensación social en áreas urbanas estima que el estado es un órgano instrumental que todo lo puede, para llenar vacíos que no cubre el mercado. Algunas ciudades son como hoyos negros que devoran recursos que descompensan una mejor distribución al estimar la rentabilidad social por la proximidad y la masividad. Nuestro territorio geográfico es un largo y extenso paño desfigurado de altas asimetrías. El espacio natural se ocupa deficientemente tendiendo a desvitalizar las periferias, pero el país es una larga periferia, salvo su centro geométrico. Predominan loteos ultra-explotados en medio de gigantescas zonas vacías, lo que estimula cierta aridez civilizatoria. Lo peor de todo es que nos desconecta de los entornos periféricos. Todo el sur de Chile, todo el norte son marginalidades poblacionales de civilización escasamente incipientes. Más bien son áreas ausentes. No hay suficiente presencia país.

Esta aridez civilizatoria supone capas muy ralas a las que se les dificulta superponer asentamientos con arraigo. No hay estratos de riqueza cultural, casi todo el paisaje es naturaleza sin intervención humana. Recordemos que la gente es atraída por la oferta y algunas ciudades la monopolizan. Y un suelo de escasez que no instala vida cultural, potencia el problema de las marginalidades al no extender la riqueza adquirida. Muchas zonas deprimidas en medio de un territorio magnifico donde la distribución poblacional no se expande ni despliega, diagnostica que el cuerpo geográfico es un organismo descompensado que sufre asimetría funcional.

Una muestra, zonas con escasa irrigación, con debilidad ocupacional contra puntos críticos altamente recargados, con un corazón sobre-exigido pero con anemia. Es el caso de Santiago de Chile que privilegia la rentabilidad de sobre-intervención y saturación de servicios, y sobre todo, donde existe exceso de material humano en medio de extensas áreas deprimidas, no combina intervalos de intervención. Esta forma de ocupar el territorio -más allá de explotarlo- no planifica medidas que estimulen una fertilidad en extensión. Desde esta premisa, el habitante poblador no se instalara adecuadamente cuando solo hay atracción puntual, siendo que se necesita atracción de áreas.

Si grandes paños del suelo chileno se ocupan así, con una trama de puntos de aprovisionamiento en exceso contra extensos desiertos poblacionales desprovistos de servicios y donde la sobre oferta -con enormes  sobrantes- no logra rebalsar  hacia el resto del país permite sostener que el centralismo tiende a concentrar porque no cree en dispersar. La desocupación y la subutilización seguirán debilitando la conciencia de territorio y la apropiación del paisaje. Sin políticas de poblamientos, sin estrategias y entregados al mercado no hay salud que aguante.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

3 Comentarios en UN TERRITORIO DESCOMPENSADO

  1. Muy certero el diagnóstico. La planificación urbana debe ser con participación ciudadana. No se ven opiniones desde los colegios de arquitectos y de ingenieros.
    No es aceptable que el urbanismo quede en manos del mercado.

  2. Un tema del que se habla y escribe poco y, cuan necesario es atender con prontitud.
    Este tema debe ser enfrentado seriamente por autoridades, colegios profesionales y la comunidad.

  3. Qué buen artículo señor, pocas veces se desnudan estos temas, cuanta falta hace mayor normativa y mas visión de futuro con claridad arquitectónica.

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl