EL NOTABLE ‘PROYECTO FOODTOPÍA’ DE MURCIA
| PREÁMBULO El sistema agroindustrial global supone un suicidio colectivo debido a su impacto nefasto en la salud humana, la sociedad y los ecosistemas. Desafortunadamente, muy pocas manifestaciones culturales centradas en lo gastronómico hacen referencia a la relación intrínseca entre la cultura alimentaria hegemónica y el insostenible régimen económico-energético dominante. El proyecto Foodtopía es una excepción que está transformando la cultura alimentaria de algunos barrios de Murcia al tiempo que muestra el camino hacia una cultura contrahegemónica socialmente deseable, económicamente viable y ambientalmente regenerativa. El presente ensayo explora la filosofía y la práctica de Foodtopía y argumenta que la transformación, democratización y politización de la cultura gastronómica es un paso necesario para una transición ecosocial urgente en el actual contexto de colapso ecológico, crisis energética y creciente desigualdad social. [*] |
Sobre la base conceptual de que “el alimento” es un bien esencial y universal, aún pendiente de democratizar y un verdadero promotor de la exclusión social, surgió de la mente del murciano Jesús Pagán -a quien tuve la oportunidad de conocer hoy sábado 16 de septiembre en una grata conversación telefónica vía Internet desde Murcia- la visionaria idea de intentar transformar un mundo en el que el 60% de las patologías sanitarias dependen de la baja calidad de la ingesta, lo que produce un gasto sanitario insostenible.
La comida es responsable del 40% de las patologías climáticas y del 30% del consumo mundial de la energía, mayoritariamente de origen fósil.
En el artículo LA CRISIS ALIMENTARIA MUNDIAL QUE SE AVECINA: APRENDER DE LA GRAN HAMBRUNA IRLANDESA [*] (PARTE 1/4) publicado en este semanario [1], Ugo Bardi se refiere y adjunta una publicación de Jesús Pagán sobre la situación en que está el suministro de alimentos en el mundo, y destaca la comprensión de Pagán de la situación básica que podría provocar una crisis alimentaria en un futuro próximo. El asunto es un problema de suministro de alimentos, no un problema de producción de alimentos. En una publicación anterior sobre «El legado de Casandra», en el artículo referenciado, Bardi escribió:
“El sistema de suministro de alimentos del mundo es un sistema endiabladamente complejo e implica una serie de subsistemas entrelazados que interactúan entre sí. La producción de alimentos es una cosa, pero el suministro de alimentos es una historia completamente diferente, que involucra transporte, distribución, almacenamiento, refrigeración, factores financieros, factores culturales y se ve afectado por el cambio climático, la conservación del suelo, la población, los factores culturales… y más, incluido el hecho de que las personas no solo comen ‘calorías’, sino que también necesitan comer ‘comida’, que es una mezcla equilibrada de nutrientes. En un sistema así, todo lo que toca repercute en todo lo demás. Es un caso clásico del concepto conocido en biología como «no se puede hacer solo una cosa”. La idea fue desarrollada por Jesús Pagán para elaborar y distribuir alimentos sanos, sabrosos y nutritivos surgió después de haber examinado la compleja situación en que está el suministro mundial de alimentos. La solución básica que propone Pagán ante la emergencia que se vislumbra por una posible escasez de alimentos consiste, por una parte, en cultivar alimentos localmente, y por otra, también procesarlos localmente utilizando una tecnología que él llama «Foodtopía – Termopolios».
El concepto tiene varios puntos en común con lo propuesto por E.F. Schumacher en su notable libro “Lo Pequeño es Hermoso”, acerca de desarrollar las actividades humanas en comunidad, a escalas pequeñas y de modo disperso en las geografías y territorios imitando al mundo animal y, además, con los antiguos comedores populares de mediados del siglo XIX. La idea integradora es reducir los elevados costos del sistema actual de suministro de alimentos y su procesamiento, refrigeración, envasado y transporte. Significa producir y tratar alimentos localmente, utilizando la menor cantidad de energía posible.
La tecnología «Foodtopía – Termopolios» [2] [3], consiste en construir pequeñas “fábricas de comida” barriales y dispersas en las ciudades con capacidad de abastecer el sector en que está inserta con un lay-out estandarizado y un flujo de abastecimiento de los alimentos crudos a proceso, en línea, desde la recepción, procesamiento y lavado, cocción en marmitas de bajo costo y alta eficiencia energética (“termopolios”), hasta la entrega a los clientes que traen sus propios recipientes para llevarlos a sus hogares. Así se evita la preparación en casa que implica mayor trabajo, mayor cantidad de residuos orgánicos y menor eficiencia energética en las cocinas a gas, eléctricas o a leña, con el resultado final de mejorar la economía doméstica.
Más informaciones y mejores explicaciones sobre esta maravillosa y gran idea las obtendrán en los artículos y enlaces de las referencias.
[*] NOTA
El preámbulo ha sido extraído del ensayo “Foodtopía: Un proyecto de transición ecosocial mediante cultura culinaria contrahegemónica”, Luis I. Pradanos, Miami University y Jesús Pagán, director de I+D de Foodtopía [4].
REFERENCIAS
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