
La Constitución de los EE.UU. está a la Venta
Por: Guilmo Barrio Salazar, desde Georgia, E.U.A.
Donald J. Trump no tiene la mínima reverencia con la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, la cual estipula: «El Congreso no deberá presentar ninguna ley con respecto al establecimiento de una religión, o prohibir el libre ejercicio de ella, o de eliminar la libertad de expresión, ya sea de los ciudadanos como también de la prensa; tampoco podrá quitarle el derecho de reunirse pacíficamente a la gente, y de hacerle peticiones al Gobierno, sobre alguna queja que tengan sobre su comportamiento gubernamental». Con esto, se habla sobre la libertad de religión, y el derecho a tener una libre expresión en esta nación, además del derecho a reunirse y a hacer peticiones en forma masiva. Todo lo cual, parece no comprender el nuevo presidente.
La ignorancia representada en los planes que ha estado firmando, desde que tomó su nuevo puesto en la Casa Blanca, está afirmando que él no respeta en absoluto la libertad de expresión, excepto la suya. En su vida privada, él ha abusado en repetidas ocasiones, difamando la ley como un demandante, utilizando sus múltiples recursos, intentando dárselas de un matón contra aquellos que lo han criticado. Durante su campaña presidencial, la Asociación Americana de Abogados presentó un reporte, concluyendo que Trump era un «matón difamador», pero luego declinó publicarlo temiendo ser demandados. Lo mismo hace con la prensa que lo presenta al público en forma negativa, por lo que las palabras «Trump» y la «tolerancia», no son colocadas juntas muy fácilmente en una misma frase.
Cuando uno piensa que los nombres de los que originaron la Constitución de este país, tales como Madison, Adams, Jefferson, Washington, Hamilton, Franklin, y por supuesto Abbott, cada uno de ellos nos llegan a la mente. A comienzos del año 2016, el gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, que es un multimillonario, y por consecuencia, protegido por los hermanos Koch, además de ser el preferido del Concilio de Intercambio Legislativo Norteamericano, reveló que él había escrito, no sólo uno, sino nueve enmendaturas a la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica. Afortunadamente, ninguna fué aceptada.
Olvídense de Los Derechos Humanos, Abbott ha estado proponiendo la Ley de la Venta, transfiriendo el título del gobierno nacional del Pueblo, a los Plutocráticos. El ha propuesto sacar de la ley, las acciones del gobierno que restringen el abuso corporativo hacia los trabajadores y los consumidores, y que previene a los futuros congresos que reunan las necesidades públicas cruciales, tales como el cuidado de la salud, los derechos al voto ciudadano, y el mantenimiento de nuestra infraestructura nacional.
Uno podrá pensar que las ridículas pretenciones de Abbott de ser uno de los Padres Fundadores, pero él realmente no es la fuerza conductora, detrás de la diabólica forma de meter la mano en la Constitución y en los ideales y la justicia de esta nación. El Concilio de Intercambio Legislativo Americano (ALEC, siglas en Inglés), que le otorga un gran poder a las corporaciones, también los multimillonarios hermanos Koch, y sus afiliados corporativos, son los verdaderos autores de la Ley de Venta que propone Greg Abbott.
Convocando una convención explosiva, permitida bajo el Artículo V de la Constitución, que se refiere a los Derechos de una persona en casos criminales, y en la parte final estipula: «Ninguna propiedad privada puede ser utilizada como de uso público sin una compensación justa». Lo que ha sido el eterno sueño de las élites norteamericanas, deseando establecer una sociedad Koch-Americana, y ALEC encabeza el grupo de extrema derecha, que aunque no lo crean, están al punto de establecerlo. Una afiliación de ALEC/Koch bajo el nombre de El Grupo de Fuerza para Enmendar el Presupuesto Balanceado (BBATF, siglas en Inglés), el cual surgió del Partido del Té en el año 2010, y que actualmente, aprovechando la oportunidad de este nuevo presidente millonario, está empujando agresívamente a los gobernadores y a los legisladores estatales, para que endorsen la iniciativa de la Convención del Artículo V.
En la Convención, ellos intentarán de volver a escribir los documentos de la forma de un gobierno fundamental en esta nación, agregando una enmienda al presupuesto balanceado y otros cambios que signifiquen colocar en un trono a las «corporaciones capitalistas», que Jefferson aborreció, y citó como los destructores de las posibilidades democráticas de los EE.UU.-
Absurdo, ¿Verdad? Por supuesto que sí! Aún el fallecido Phyllis Schlafly, que encabezara el Foro Aguila, un grupo derechista, le llamó a este nuevo empuje «una prescripción para un caos político», agregando: «no veo a ningún George Washington, James Madison, Benjamin Franklin o un Alexander Hamilton que pudieran realizar un buen trabajo, como lo hicieron nuestros Padres Fundadores, y estoy preocupado sobre estos hombres que piensan que lo pueden hacer».
En realidad, Abbott, ALEC, y los hermanos Koch están pensando que lo pueden hacer, como parte del plan que tienen en mente, para apoderarse del sistema político de este país. Habiendo gastado cientos de millones de dólares en colocar marionetas políticas en sus puestos, como Greg Abbott en la gobernación de Texas, los hermanos Koch desean torcer los deseos del pueblo también. Ellos han iniciado recientemente un nuevo programa llamado «Academia de Liderazgo Comunitario», que otorga lecciones sobre cómo realizar las cosas, desde cómo obtener éxito en las protestas, hasta cómo reclutar votantes en las calles.
Utilizando Las Reglas Radicales del organizador comunitario Saul Alinsky, están entrenando miles de personas, para transformarlas en organizadores y en activistas políticos. Este mal llamado «comunitario», ha sido preparado por los multimillonarios Koch, para entrenar derechistas corporativos que difundan sus ideas a través del país. La academia es coordinada por medio de una organización llamada «Americanos por una Prosperidad», que es un ala política de Charles y de David Koch, quienes están colocando su dinero para lograr su cometido. Hasta la fecha, cerca de 10.000 personas han participado en esos entrenamientos, en tres docenas de Estados de esta nación.
El curriculum de esa academia está llena de material corporativo sin sentido, como por ejemplo, hay un curso llamado «El Caso Moral Para Obtener Petróleo Fósil». Los estudiantes son indoctrinados con dos tremendas lecciones: 1. El Poder Corporativo Libre, con un trabajo sin restricciones, ambientado, y con otras protecciones públicas. Lo cual podría llamarse algo bueno; y, 2. El Seguro Social Privado, los beneficios por un desempleo, y otros programas sociales. Lo cual es horríblemente malo.
Al final de la Convención Constitucional en 1787, se le preguntó a Benjamín Franklin, ¿Qué han podido lograr?. Y él respondió: «Hemos obtenido una República, siempre que ustedes la puedan mantener».
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