
LA MINERÍA DE TIERRAS RARAS EN PENCO Y EN LA METRÓPOLI ¿RARO?
La empresa Aclara, ex BioLantánidos, ex Larraín-Vial (gestora que la vendió en su fase inicial a la actual empresa con capitales peruanos y británico-canadienses) recomienza con ímpetu su nuevo intento de penetrar en el territorio comunal de Penco (ciudad histórica que fue la primera ubicación territorial de Concepción, capital militar en la conquista colonial), con su minería de tierras raras u óxidos lantánidos. Fracasó anteriormente con su primer intento, con una simple Declaración de Impacto Ambiental (DIA), luego con segundo intento, con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que fue finalmente retirado -por lo tanto, inacabado- cuando la comuna realizó un referéndum sobre su aprobación o rechazo y se obtuvo un 99% de votos de rechazo. Posteriormente la empresa se reestructuró y reapareció con su nuevo nombre, un cofre de dólares y una arremetida comunicacional expresada en grandes avisos de prensa, en radio, televisión y otros
medios. Pero también con mentiras o ‘falsas verdades’, las llamadas ‘fake news’, caracterizadas por la amplia variedad de irrealidades o cuentos fantasiosos sobre lo que estaban haciendo y con lo que sería su ‘minería-no-minería’, protectora del medio ambiente y salvadora del planeta por sus beneficios en la defensa contra el cambio climático: sí, aunque usted no lo crea, del planeta Tierra, más allá de la alegría de la población de Penco… Fantasiosa comunicación en su relación con las comunidades afectadas, ya que la comunidad organizada no sabe de ninguna reunión exitosa con las Juntas de Vecinos, menos con su organización central, la Unión Comunal, que la ha rechazado de plano, y desde el comienzo de su travesía.
La destrucción del paisaje, de la costra y de las profundidades del subsuelo territorial nunca se ha mencionado, siendo la única manera de hacer esa minería, justamente en ese suelo y subsuelo. El uso de aguas servidas, uno de los intentos del lavado de imagen, no sirve de nada para los efectos destructivos del paisaje, del suelo de las colinas, de los bosques nativos y producción forestal, de los drenajes naturales y cursos de agua. Pues se tratará de las tierras removidas, impregnadas con líquidos ácidos, que luego de exprimidas se depositarán en quebradas y cursos de agua, antes de que, finalizada la misión extractiva con una ingeniería desconocida e imposible, las levanten en el aire levitando y las repongan sobre los cerros, mejoradas y luego reforestadas con “bosques nativos” (fantasías como para la mejor literatura del planeta).
Nunca, hasta hoy, la empresa ni el Estado vigilante, han dicho que sus instalaciones mineras se emplazarían sobre suelo planificado, establecido por el Estado como área de expansión de la ciudad (en dos instrumentos oficiales -es decir con fuerza de ley-, de planificación: el Plan Regulador Metropolitano y el Plan Regulador Comunal) y también del crecimiento urbano de la metrópoli de Concepción, ni más, ni menos. Nunca hasta ahora lo han reconocido ni expresado, ni el pretendiente, ni la metrópoli, ni el vigilante: ¡Insólito!
Nunca, hasta ahora, la empresa ni el Estado vigilante han reconocido que la minería operará sobre un área protegida (porque alberga los últimos bosques nativos y los valiosos árboles de una especie en peligro de extinción: el Queule, Gomortega keule [1] [2]), área así establecida e inscrita oficialmente por su propietario y por el propio Ministerio de Medio Ambiente, ni más ni menos: el fundo Coihueco, propiedad de Celulosa Arauco y Constitución S.A. Frente a esta violación pretendida nunca lo han reconocido ni expresado, ni el pretendiente, ni el propietario, ni el vigilante (¡¿?!)

Nunca la empresa ha dicho por qué quieren hacer minería a metros detrás de la ciudad de Penco, y de ‘la mejor bahía de Las Indias’ (como escribió Pedro de Valdivia al rey de España), cuando tiene concesiones mineras por medio millón de hectáreas en la faja costera regional. ¿Por qué no se van con su música a otra parte?
AZE
04.05.2023
POST SCRIPTUM:
El fundo Coihueco es considerado el gran parque de Penco (Queules de Penco), por la ciudadanía, sus organizaciones, las comunidades indígenas y especialmente la juventud pencona.
Fuente de figura:
https://www.todoporhacer.org/montanas-de-usar-y-tirar-la-fiebre-de-la-mineria-a-cielo-abierto/
Referencias:
[2] http://www.chilebosque.cl/tree/gomortega_keule.html
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Acabo de escuchar a nuestro Presidente en EEUU hablar de los «metales extraños», entre otras de las potencialidades que tenemos en Chile.
El ministro de Economía antes dijo que las tierras raras eran una «caja de ahorros» de Chile…
Malos presagios para los habitantes de Penco, cuando el SEA tenga que buscar la aprobación del EIA..
Creo que tendremos que llegar finalmente al Tribunal Ambiental
Por qué tienen que hacer esto en Penco si tienen medio millón de hectáreas en concesiones mineras en las tres regiones vecinas más la nuestra del Biobio?
..
Excelente artículo,muy claro y fácil de comprender .En verdad una acción que destruye el futuro.
Muy bueno este nuevo artículo de Antonio Zelada sobre el actual estado de cosas en los insistentes intentos extractivistas de tierras en los cerros tras el puerto de Penco. Durante esta nueva arremetida de la empresa Aclara (la que, como hasta ahora no aclara nada si no más bien mantiene oculto su misterioso “proceso inocuo patentado de clase mundial”, debería rebautizarse de nuevo como Enturbia).
Abrí el enlace de la fotografía de cabecera que muestra una mina de rajo abierto en España y que describe el drama de un pueblo español a pocos cientos de metros del gran “cráter”. ¡Patético!