¿Quién es Alejandro Guillier?
(Maroto, Canadá)
Habiendo pasado ya la ansiedad de las elecciones municipales comienza ahora la carrera por las elecciones presidenciales del 2017; y de la mano de ésta, empiezan a surgir los candidatos que, en forma espontánea o a solicitud de movimientos y partidos, esperan postularse para ocupar el anhelado sillón presidencial.
Manifiestan su interés algunos candidatos ya políticamente conocidos por la ciudadanía; otros que siendo populares, aún no han compartido con chilenas y chilenos su pensamiento frente a los temas de interés público; y, finalmente, aquéllos que, sin ser ni populares ni conocidos, sienten un llamado casi mesiánico a participar del proceso electoral presidencial.
Nuestra responsabilidad y deber ciudadano nos compelen a pasar de la desafección y conformismo crítico al análisis serio de las alternativas que se nos presentan. Hacer del proceso eleccionario un proceso profundo cuyo resultado beneficie a nuestro Chile depende en parte de nuestra capacidad de exigir a todos los candidatos que se pronuncien y definan frente a los temas más urgentes de la agenda nacional.Dejarse llevar por la figuración en las encuestas, por la frustración o por la desesperación electoral, no debiera ser el camino que nos lleve a tomar una decisión. En qué piensan los candidatos, qué proponen y cómo pretenden implementarlo es realmente la respuesta que el país necesita y es nuestro deber exigirla y buscarla.
Es en este marco que vale la pena preguntarnos quién es, entre los variados nombres que están en el tapete, Alejandro Guillier.
La respuesta sencilla seria decir que es un sociólogo y periodista, oriundo del norte de Chile, que después de haber desarrollado una fructífera labor como periodista y panelista, optó por la política, pasando a ocupar a partir del 2014 un cargo de senador de la República. Valdría la pena también mencionar que durante su exitosa carrera profesional enfrentó algunos cuestionamientos éticos en temas de gran interés nacional (juez D. Calvo y caso Spiniak), y en sus escasos dos años como senador ha tenido un discreto desempeño. Por ultimo, cabe destacar que en sus años como periodista forjó una imagen de profesional serio, honesto y cercano a su audiencia.
Esta respuesta, que pudiera aparecer como un apropiado resumen para una persona que busca una oportunidad laboral, resulta insuficiente para quien ambiciona ocupar la Presidencia y pretende desde ahí guiar los destinos de nuestro país por cuatro años.
Y entonces, ¿Quién es Alejandro Guillier? Después de haber realizado una rápida búsqueda de la información de los últimos años disponible en los medios de comunicación y aquélla disponible en el Congreso, no me ha sido posible responder esta pregunta.
¿Qué piensa Guillier de la política y los políticos? Es entendible que por conveniencia electoral intente distanciarse de ellos, pero la innegable realidad es que él voluntariamente optó, a partir del 2014, por ser un político. ¿Que piensa entonces de esta loable actividad de servicio público y qué propone para atender los urgentes desafíos y cuestionamientos ciudadanos que ésta enfrenta?
¿Qué piensa Guillier del sistema de privado de salud y del sistema de pensiones? ¿Qué piensa de la mercantilización de la salud? ¿Qué opina de la creación de una AFP estatal o del financiamiento tripartito del sistema de pensiones? Más allá del apoyo circunstancial que alguna vez le entregó a las Isapres en comerciales de televisión, nos interesa saber cuál es su postura de fondo respecto a estos dos sistemas que son denunciados por gran parte de la ciudadanía como fuente permanente de abusos, y cuales son las oportunidades que identifica para mejorarlos o cambiarlos.
¿Qué piensa Guillier acerca de la educación? ¿Qué visión de futuro tiene él del sistema educacional chileno, escolar y universitario? ¿Cuál es su postura respecto de los cambios implementados por el actual gobierno? ¿Qué piensa de la gratuidad y su financiamiento? ¿Qué piensa de la calidad de nuestra educación y qué propone para mejorarla? ¿Qué rol ocupa para él la educación cívica y la filosofía en los programas educacionales?
¿Qué piensa Guillier de nuestro modelo económico? ¿Qué piensa de la inequidad y la desigualdad social que se observa hoy en Chile? ¿Estarán aquí sus prioridades en el supuesto caso de que sea elegido Presidente? ¿Qué piensa de la reforma tributaria? ¿ De los fondos reservados del cobre? ¿Del modelo actual de desarrollo energético?
¿Qué piensa Guillier del rol que las ciencias, el arte y el deporte deben ocupar en el desarrollo nacional? ¿ Mantendrá el statu quo o implementará nuevos programas tendientes a priorizar el desarrollo de estas actividades?
¿Qué piensa Guillier de la desigualdad de género? ¿De la violencia contra la mujer y los niños? ¿ De los derechos de homosexuales y lesbianas a casarse y adoptar? ¿Del aborto? ¿De la discriminación todavía existente en Chile? ¿Cómo propone él avanzar en estos temas?
¿Qué piensa Guillier acerca del medio ambiente? ¿Considera que el Estado debe tener un rol activo en la protección de nuestro patrimonio ambiental, y, cómo observa la relación entre desarrollo económico y protección del medio ambiente?
¿ Qué piensa Guillier de los derechos de nuestros pueblos indígenas? ¿Cuál es su juicio acerca de las políticas indígenas implementadas en estos últimos treinta años y qué propone para el futuro?
¿Con quiénes piensa Guillier construir su propuesta? ¿En quienes buscara apoyo para implementarla? ¿Con quiénes está dispuesto a hacer gobierno y a quienes recurriría para conformar un equipo? ¿ Cuál es su capacidad para aportar en la gran política? ¿Cuáles son sus habilidades negociadoras para sumar apoyos serios y no solo superfluas componendas electorales?
Estas y muchas otras preguntas requieren respuesta por parte de Guillier. Es entendible que un político con sólo dos años en estas lides no haya tenido aún la oportunidad de compartir con la ciudadanía su postura personal respecto de estos y muchos otros temas de trascendencia nacional. Sin embargo, hacerlo ya, es una prioridad para quien manifiesta interés por ser candidato presidencial.
Se enfrenta Guillier hoy a una interesante decisión. ¿Se dejará llevar por la efervescencia de las encuestas y la popularidad fácil sustentada en la aparente falta de candidatos? ¿Se conformará con sonreírle a la cámara entregando respuestas que por su insípido contenido dejan contentos a moros y cristianos, o se propondrá ser un candidato presidencial serio que abrazando la política y su interés por la cosa pública, empieza a compartir su posición personal y la de su entorno en estos temas, aun a riesgo de perder algo del encanto mágico de los últimos días?
Esperamos que, por el bien del país, de las expectativas de la ciudadanía y del éxito de un potencial futuro gobierno, opte por lo segundo y sobre la base de una sana ambición política y no el mezquino ego electoral, se aboque desde ya y por los próximos doce meses, a compartir con los chilenos y chilenas quién es Guillier el candidato, y quién sería Guillier como eventual Presidente.
Este cuestionario, también, deberán irlo respondiendo, desde ya, todos aquéllos que sueñan con el cargo.
Comparto plenamente lo expuesto en este articulo pues son justamente todas esas definiciones las que se le piden a cualquier posible candidato a presidente de la Republica. Es fundamental saberlo para así poder después votar informadamente. Cada vez más la gente vota por la persona y su posición frente a determinados temas y no guiandose por un partido político.
Me parece que estas preguntas son de las más importantes a responder, frente a la necesidad de formarme una opinión sobre los candidatos y precandidatos a la presidencia. Son cuestiones fundamentales de cara al futuro de nuestra democracia y del desarrollo general de nuestro país; y por ende, las respectivas respuestas, opiniones, soluciones, propuestas y deseos que los postulantes expresen en dicho contexto deberían ser base para el análisis que cada uno de nosotros realice ante la disyuntiva de escoger. Me encantaría que no sólo el señor Guillier, de quien efectivamente sé muy poco, respondiera, sino todos quienes pretendan ocupar el sillón presidencial, tomando decisiones fundamentales e impactantes en todos los ámbitos de nuestro pasar y quehacer cívicos.
Estimados…
valorable lo de las preguntas del artículo, pero para todos, sin lugar a dudas Guillier pasa el examen mucho mejor que los otros.
Guillier representa el interés general de la nación alejado de los poderes fácticos de la política, Lagos es poder fáctico y representa los intereses de grupos de poder político ligados a los grupos económicos que corrompieron a los señores políticos.
Estimados amigos de La Ventana, comparto lo señalado por este artículo.
En lo particular también siento que para varias de estas preguntas no tengo clara la respuesta por parte del candidato, más claro recuerdo su impacto como periodista, muy valorable en su momento. Quizá mala memoria de mi parte, o falta de lectura, pero bienvenido sea si estos planteamientos existen, habría que difundirlos entonces !
Pero más allá de lo anterior, y pienso que más relevante, es recoger la invitación que hace el artículo a Guillier y tambien a los demás candidatos, a darle contenido al debate, a darse a conocer, a expresar sus posturas lo más clara y honestamente en los diversos temas que cruzan al país, a poner altura de miras, es decir, a salir de lo pequeño, del ego, tan alimentado hoy día, para ir a compartir lo que entienden y ven como el mayor bien común. Con esto ya habrán hecho un servicio al país, arriesgando detractores y también adeptos, no hay duda, pero refrescando en la memoria que la política honesta, la del servicio, es también correr el riesgo !.
Qué bien nos haría que los medios de comunicación se llenaran, por unos días , con este contenido !