
La Pie de Monte arremete de nuevo
La «Ruta Pie de Monte» (RPDM) es como un zombi: no importa cuantas veces sea rebatida con estudios serios de ingeniería y razonamientos fundamentados, sigue viniendo hacia nosotros. Al igual que una película hollywoodense de zombis, la ruta parece ejercer una tremenda fascinación porque se está informando a la gente que es la ‘única posibilidad’ que hay para terminar con los atochamientos viales que hacen sufrir tanto a tantos, ¡sin tocar a los automóviles! porque para eso está la “Mesa Más Movilidad”, nos dicen, aunque usted señor(a), que es capaz de opinar por sí mismo(a), no lo crea. La RPDM es un incordio –lleva más de 10 años sobre el tapete– y está ocultando y demorando, desde un principio, la verdadera solución racional al problema planteado: la Ruta Costanera-Costera más la transformación total de la locomoción pública en un sistema moderno, racional y eficiente que disminuya drásticamente el uso del auto, tal como se ha hecho en las ciudades europeas. Los ejemplos y los resultados están a la vista y disponibles para todo interesado.[1] |
Son tantas las veces que se ha tratado el tema en este medio que casi hemos perdido la cuenta, pero nunca la paciencia, y hablo en plural porque somos muchos los que opinamos igual, viendo que sigue la confusión sobre el verdadero objetivo de la ruta pie de monte junto al desorden imperante con los sucesivos intentos de “sacar adelante” la última modificación del Plan Regulador Metropolitano, otro incordio [2] [3] [4].
Entrando a ‘tierra derecha’, leímos en el diario El Sur del viernes 11 de abril de 2025, el título de una breve nota en el fondo de la página 10: ‘Gremios apuntan a que Ruta Pie de Monte debe ser “propósito” regional’. (Sic) ¿Quiénes reafirman eso con tanta firmeza, como siempre?: ya se indicó en el título los “infalibles gremios”, los siempre dueños de la verdad, qué otros iban a ser, aduciendo a “[…] una inciativa que según los sectores productivos, sería estratégica para el bienestar presente y futuro de la Región”. Pero ¿quiénes constituyen “la Región”?, que así como un todo se ve como un ente inasible. ¿Son los gremios?, ¿las empresas? ¿los barrios? ¿los comunes?
Y luego, cabe preguntarse ¿puede ser esa “la Región” –un constructo– sujeto de “bienestar”? No nos engañemos, acá vemos que se están pegando tiros en los pies, pues lo que está entre líneas en la mencionada nota de prensa, y ni tanto, es que tal “bienestar” sería exclusivo, y sin duda alguna, para los gremios inmobiliario y forestal, pues sin RPDM simplemente no podrían hacer el gran negocio de este siglo, para mal de las mayorías, cual es lanzarse con otra gigantesca urbanización en las laderas –hoy con plantaciones de pinos– en el cordón de Nahuelbuta. Por algo es que la Forestal Mininco “regala” una franja de terreno a lo largo de los 20 kilómetros de humedales para que le construyan “su” ruta, ¡era que no!
La respuesta es: la Región somos todos, todos los mencionados, que en temas tan delicados como este, todos deben opinar, no solo algunos como estamos comprobando.
¿Qué opina la ciudadanía, la gente de a pie, el estado llano, o pueblo?, pues la mayoría que razona lleva años pidiendo, desde ca. 2016: “Ruta Costera pública ahora”[5]. Pero eso parece no importarle al gobierno y a los empresarios.
Es por ello que no se menciona (o se silencia) esta opción existente desde los años 60′, estudiada y propuesta por arquitectos y urbanistas , que va por el borde costero: la Ruta Costanera-Costera o Ruta Costa, que compite con la RPDM. Sencillamente, porque esa opción no le serviría a los propietarios de los terrenos ubicados en el cordón montañoso Nahuelbuta, que intentan aumentar su plusvalía al cambiar el uso del suelo de forestal a urbano (lo que ya está esbozado en el PRMC y en el PRC de Coronel, que no tiene vías de acceso). Y la RPDM sería «miel sobre hojuelas» para sus intenciones.
Ahora sigamos con la mirada ecosistémica.
En esta era del Idioceno, en la que estamos viviendo, ya no es cuerdo continuar destruyendo el medio natural, esa larga cadena continua de humedales y lagunas [6], fuente de agua y vida para todos, la que comienza en la Laguna Junquillar, continúa en la Laguna La Posada, sigue con el estero La Mora, el humedal Cantarrana, la laguna Quiñenco, para seguir hacia el gran humedal Boca Maule y terminar descargando toda el agua proveniente de la cuenca hídrica coordillerana en el mar Pacífico. Esto es inadmisible, que debe ser siempre el punto de partida en la evaluación de un proyecto como este. Primero debe estar el medio ambiente y la naturaleza y después todo lo demás. Sobre todo que está la opción óptima arriba de la mesa: la mencionada Ruta Costanera-Costa, que cuenta con un formidable estudio preliminar de ingeniería hecho por ingenieros civiles holandeses.

Mientras tanto, los zombis siguen avanzando: https://youtu.be/bubOcI11sps
Referencias:
[1]https://laventanaciudadana.cl/para-solucionar-una-crisis-antes-debemos-tener-el-diagnostico/
[2] https://laventanaciudadana.cl/pie-de-monte/
[3] https://laventanaciudadana.cl/la-planificacion-y-politicos/
[4] https://laventanaciudadana.cl/puentes-pie-de-monte-humedales/
[5] https://laventanaciudadana.cl/la-congestion-vial-y-la-ruta-pie-de-monte/
[6]https://laventanaciudadana.cl/seminario-desafios-y-futuro-de-los-humedales-en-la-region-del-biobio/
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